“Gracias Nacho por tu calidez y contención, por escucharme atentamente siempre! y gracias infinitas por darme mi parto respetado tal cual lo soñé! Inmersión en el agua para trabajo de parto. Parto vaginal después de una cesárea, con anestesia, en silencio y con apego materno inmediato! Hoy compruebo que estuve en las mejores manos!
Gracias Mariela Giménez y Giselle Pierrard por el apoyo y paciencia en todo momento! Un placer estas mujeres tan amables y sabias!”

Carolina “Pampita” Ardohain

“GRACIAS Nacho y equipo por hacernos vivir un parto inolvidable, por la calma con la que te manejas, por tus palabras, por el amor con el que trajiste al mundo a nuestra bebé, por permitirme que apenas nació venga directo a mi pecho, por esperar a que su cordón deje de latir para cortarlo, por ayudarnos a estimular la lactancia materna desde desde el minuto cero.
Gracias por tu paciencia.
Y como si todo esto fuera poco, el broche de oro es que nos regalaste el vídeo del momento del parto, un recuerdo único para toda la vida. (Los 2 mejores regalos de cumple que pude haber recibido: Lola y ese vídeo!) No sé de dónde sacás tiempo para todo esto, para estar siempre de buen humor, responder los WhatsApp al instante, por dar respuestas siempre claras y en lenguaje llano. Además creo que sos el primer obstetra al que voy y tiene organizada la agenda a la perfección, nada de estar esperando 2 horas. Sos de otro planeta!
Gracias por tu entrega total como profesional sumado a tu humanidad, que hoy en día es un bien que escasea.
Parecen todas cosas obvias, pero no lo son, no todas pueden atravesar un embarazo sintiéndose contenidas y seguras con su obstetra y mucho menos disfrutar del parto.
Tenía mucho miedo al dolor y cómo iba a ser el parto, pero la verdad entre tu EQUIPAZO y vos me llevaron de la mejor manera. De manera respetuosa, cálida, acompañando”

María Belén Colella

“SIEMPRE MUY HUMANO: A poco menos de una semana del nacimiento de mi piruquita, sigo sin poder creer lo que veo en este hermoso video... y sigo dando gracias a Dios por haberte encontrado para acompañar(nos) en este proceso. Como te dije en una oportunidad, te convertiste en una de las personas más significativas de mi vida por haber hecho llegar al mundo a mi pequeño e inquieto milagro llamado Trini, especialmente, porque fuiste SIEMPRE MUY HUMANO. El camino recorrido hasta llegar a este momento tuvo muchas vicisitudes pero todo futuro supera al presente, así que siempre hay que mirar para adelante. Vos, con tu forma, ayudas a que no perdamos el norte y cuando los temores surgen (especialmente en épocas de pandemia) te aseguras de que podamos mantener la mirada siempre fija en ese horizonte de vida que nos espera. Respetaste cada una de las decisiones, me planteaste todos los escenarios posibles para que no nos faltara información, sugeriste cuando te dimos el espacio, nunca obligaste a nada (aún cuando sabías que la llegada de mi bebé cambiaba tus planes de desayunar junto a tu hijo por su cumpleaños). Siempre profesional pero, sobre todo, SIEMPRE MUY HUMANO. Respondiste a cada consulta, me ayudaste incluso con cuadros que excedían tu propia especialidad médica, me orientaste. Cuidaste de Trini y de mí, porque nunca te olvidas que las futuras mamás suelen tener más temores que certezas. SIEMPRE MUY HUMANO. Cada vez que llegabas al consultorio después de un parto, con esa actitud tan segura y amable y bien predispuesto, me hacía sentir que no me había equivocado en la decisión de haberte elegido... porque marcaste la diferencia siendo SIEMPRE MUY HUMANO. Viniste a visitar(nos) todos los días de internación para asegurarte que evolucionásemos bien. SIEMPRE MUY HUMANO. Te caracteriza ese andar confiado (pero sin soberbia) y la contención que das (quizá hasta sin darte cuenta). Hasta soportaste escuchar un audio mío de 7 minutos (que ni Fede escucharía, jeje). Estoy feliz de haberte elegido como obstetra y no dudo en recomendarte a quien sea... hoy, mi Trini está con nosotros, gracias a vos y no podemos sentirnos más dichosos por eso”

Mara Gamba

ver más